jueves, 15 de julio de 2010

Los 54 de Joe Satriani

Joe Satriani, un acróbata y virtuoso de las cuerdas, un máster en las técnicas de la ejecución de la guitarra, nació un día como hoy hace 54 años, un 15 de julio de 1956 en Westbury, Nueva York. Dicen que a los 14 años de edad rasgó su primera guitarra y que poco tiempo después ya tenía instalada una mini escuela en su hogar en donde enseñaba a tocar ese adorable instrumento que vino con él al nacer. Entre sus discípulos de aquella primigenia época se encontraba un joven llamado Steven Siro, quien años más tarde saltaría a la fama con el nombre de Steve Vai.

Tanta precocidad requería potenciarse al máximo, por lo que Joe decidió oír y seguir el llamado divino de la vocación musical, en lugar de apuntar sus horizontes yendo a la universidad para titularse de abogado, médico o contador, tal como lo haría un chico o chica que busca asegurar su futuro en un trabajo común y corriente, con horario fijo y sueldo mensual asegurado (bueno, no en todos los casos, por supuesto). Cuatro años más tarde, y tras haberse nutrido de las técnicas y habilidades de dos insignes baluartes del jazz moderno: el guitarrista Billy Bauer y el pianista y compositor Lenny Tristano, el joven Satriani llegó a la prestigiosa Universidad de Berkley, California, pero, ojo, no como alumno sino como profesor de guitarra.

Así transcurrieron los años y con la mira siempre puesta en el incierto horizonte musical, para 1983, Joe decidió dar un primer paso gigantesco: puso la piedra fundamental de su propio sello discográfico Strange Beautiful Music, con el cual lanzó su primera placa The Joe Satriani EP. Si bien por un lado este disco pasó desapercibido para la gran masa, al final resultó crucial en su carrera, pues le ayudó a estampar su firma por Relativity Records, sello discográfico que lo hizo conocido por todo el planeta y con el que grabó el vinilo Not of This Earth. Acerca de este trabajo, Satriani comenta: “la música refleja una colección de ideas que fueron hechas al mismo tiempo. Mi meta era hacer un disco de guitarra que fuera disfrutado por todos, que no sea una grabación de solos de guitarra, sino que contenga música real.”

En 1987, Joe editó Surfing with the alien, probablemente su más memorable placa y en la que demuestra su espectacular avance en el manejo de la guitarra, así como un vasto conocimiento del repertorio de los efectos de sonido. Según la opinión de críticos, expertos y amantes del rock instrumental -a los que me sumo- si hubiera que escoger un material emblemático de este genio, sería éste sin lugar a dudas.



Para 1988, lanzó Dreaming # 11, un extended play con tres temas en vivo y uno en estudio,
The crush of love, una balada contagiante rodeada de fuertes matices rockeros. Al año siguiente, Satriani por primera y acaso última vez muestra su voz al mundo en algunos surcos del álbum Flying in a blue dream, que contó con la colaboración de Simon Phillips, ex batero de Toto y de muchas otras bandas de peso, más conocido en el ambiente rockero como “El rey del doble bombo”.

Entrados los noventas, Satriani tuvo la enorme responsabilidad de sustituir nada menos que a Ritchi Blackmore, durante la gira de 1991 de Deep Purple. Sin lugar a dudas, esta exitosa incursión temporal al lado de los ”purpurados” fue para Joe uno de los mayores hitos en su ascendente carrera.

Al año siguiente, aparece el que para muchos es una de sus producciones más logradas de "Satch": The Extremist, material que incluso fue nominado al Grammy como Mejor Disco Instrumental de 1992, y con el que consiguió infinidad de galardones. Por si no lo recuerdan, la pieza Summer song se hizo mundialmente famosa gracias a un comercial de la transnacional Sony, y, posteriormente, empleada como fondo musical en innumerables spots publicitarios y cortinas de programas deportivos de la radio y la televisión.

Más tarde aparecerían otros discos de enorme influencia como el recopilatorio The Beautiful Guitar (1993); el doble Time Machine (1993) y el simplemente denominado Joe Satriani (1995).

Siempre en los noventas y junto con su antiguo alumno Steve Vai -convertido ya en un consagrado músico - y el guitarrista Eric Johnson armaron el proyecto G3, una especie de velada donde las mejores guitarras del mundo se fusionaban en un mismo escenario, primero cada uno con su respectiva banda y luego todos juntos en un fabuloso "Súper jam". Años más tarde, vendrían otras veladas multitudinarias del proyecto G3 alentadas por “Satch” y siempre con su amigo Steve Vai, más el aporte de otros capos como Yngwie Malnsteen (G3: Rockin’ in the Free World, 2004), Joe Petrucci y Mike Portnoy, este último en la bateria (G3: Live in Tokyo, 2005).

Tras el lanzamiento de su noveno álbum Crystal Planet, en 1998, Satriani aparece en los escenarios totalmente rapado -imagen que conserva hasta la actualidad- aunque con un entramado musical que para muchos significó una evolución en su carrera, ya que se desancla ligeramente del hard rock y heavy metal para condimentar sus canciones con elementos soft extraídos del pop y las baladas. En lo personal, de este disco subrayo la relampagueante Raspberry Jam Delta-V y, por supuesto, el track que da nombre a la placa.

A principios del nuevo siglo, Satriani lanza el experimento electrónico denominado Engines of creation; le seguirán Live in San Francisco (2001); Strange Beautiful Music (2002), con la colaboración del influyente ex King Crimson, Robert Fripp en la clásica Sleep walk, original de Santo y Johnny Farina; The Electric Joe Satriani: An Anthology (2003); Is there love in the space? (2004); One Big Rush (2005); Super Colossal (2006); Satriani Live! (2006), y Professor Satchfunkilus of Rock (2008), disco que presentó en Lima el 5 de agosto de ese mismo año en un concierto realizado en el Jockey Club del Perú y que, lamentablemente, convocó a regular cantidad de gente. No se puede pedir más en una ciudad donde ni en las radios, ni en la televisión, y sólo en Internet y en unos contados arrabales donde se juntan fans y conocedores se escucha la música de Satriani.

En 2009, junto a los ex Van Halen, Sammy Hagar y Michael Anthony, y el baterista de Red Hot Chili Peppers, Chad Smith, “Satch” formó la agrupación Chickenfoot, que lanzo su primer material discográfico en junio de ese año con resultados -admitámoslo- bastante discutibles si tenemos en cuenta la trayectoria y calidad de sus integrantes.

Además de su contribución a la escena interpretativa como virtuoso guitarrista, Satriani creo la serie de guitarras Ibanez JS y el amplificador Peavey JSX, que habitualmente emplea en sus presentaciones en vivo. Entre los pupilos que tuvo alguna vez “Satch” figuran personalidades como el ya mencionado Steve Vai, Kirk Hammet (Metallica), David Bryson (Counting Crows), Larry Lalonde (Primus), Marty Friedman (Megadeth), Alex Skolnick (Testament) y Charly Hunter.

Si bien para algunos, Satriani cojea en lo que se refiere a composición -sus detractores dicen que su alumno Steve Vai lo ha superado en ese aspecto- no se puede negar que su derroche de técnica en el mástil, sus seductoras melodías y la envolvente potencia y energía desplegada en los escenarios han logrado posicionarlo como uno de los mitos vivientes no sólo del rock instrumental, sino de la música contemporánea. Feliz Cumpleaños, “Satch”.

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